La maestra que está atenta a todos sus alumnos, pues considera que en todos los cursos, pero especialmente en infantil, lo más importante es que los niños disfruten y estén contentos, enseguida se da cuenta del malestar del niño y decide hacer algo. Sabe que para ellos es una figura de referencia y que puede influir en cómo perciben las cosas, así que decide plantearles una actividad a todos sus alumnos para que jueguen a los piratas, poniéndoles un parche en el ojo de distintos colores a cada uno. Parece que ha conseguido su objetivo, el niño se muestra alegre, sonríe y los demás niños ven el parche como algo divertido...les ha servido para pasar un buen rato jugando todos juntos. Diferentes pero iguales.
Las imágenes son muy poderosas, tienen el poder de normalizar algo, hacer que eso sea normal y ni siquiera nos plantemos si es correcto. Las imágenes crean referentes. Pero también son una poderosa herramienta para removernos, generar malestar y hacernos reflexionar.
Las rupturas que quiero plantear mediante el grafiti son: que nuestros compañeros, nuestros amigos, pueden llevar a cabo acciones directas que nos hagan sentirnos mal, como señalar y reírse de aquello que consideran diferente, o de manera indirecta, por omisión, no haciendo nada al respecto, no alzando la voz, siendo cómplices o participantes no activos (efecto espectador). Otra de ellas es que en muchas ocasiones la influencia del entorno, aquellos que nos rodean, pueden contribuir a que desarrollemos complejos que ni siquiera éramos conscientes de que teníamos, pues para nosotros no representaban ningún tipo de problema. Por último, el poder que tiene la acción de una única persona, que puede marcar la diferencia, y más aún si se trata de una figura de referencia.
Lo que he descubierto con este taller es que los recursos visuales, como la creación de un grafiti, pueden ser muy poderosos para realizar críticas sociales, trabajar sobre algún tema, para despertar conciencias, producir malestar, remover. Esa sensación de incomodidad que te genera, que no deja a nadie indiferente, en ocasiones por verte reflejado como en un espejo, te lleva a tomar conciencia y a la acción. Además en el caso del grafiti, se añade un elemento reaccionario de ir contra lo establecido o lo permitido. Podría utilizarlos en talleres o actividades, tanto en el ámbito formal como en el informal y con diferentes colectivos y edades.
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